La presión social impide el quinto intento de desahucio de una mujer en Madrid
Cristina Montalvo
14/12/201816:28 h.Era la quinta vez que un juzgado ordenaba desahuciar a Pepi y a sus dos hijas de la casa donde han vivido los últimos veinte años. Una situación que se repite desde que un fondo inmobiliario comprara el edificio del número 11 de la calle Argumosa, en el barrio madrileño de Lavapies y les triplicara después el alquiler de la vivienda por la que pagaban 400 euros. Sin poder afrontar esa subida Pepi, como otros inquilinos de la finca, han recibido las órdenes judiciales de desahucio. Hace apenas tres meses, una solicitud del Comité de Derechos Sociales de la ONU consiguió paralizar la orden de desalojo, pero ayer otro dictamen igual no fue atendido por un juez que rechazó suspenderlo. Fue entonces la presión de más de 200 personas ante el edificio de Pepi la que impidió a la policía ejecutarlo. Esta mujer de 65 años sigue de momento en su casa, pero exige una alternativa porque sabe que el quinto intento de desahucio no será el último. El edificio se ha convertido en símbolo de la lucha contra la especulación inmobiliaria en Lavapies, que tiene ya otros desahucios marcados en el calendario, entre ellos el de la hermana de Pepi en menos de un mes.