"Dijo que sus hijos se iban a quedar sin madre y lo cumplió"

Carlos Gaspar Hernández ha reconocido hoy ante el juez todos los hechos: que mató a su expareja asestándole hasta 10 puñaladas con un cuchillo de cocina, y que agredió también a la madre de ésta, que acudió a defenderla. Sucedió en plena calle en Tenerife en Octubre de 2015. El agresor esperó a la víctima, de 35 años, junto a su coche. Cuando ella bajó de su casa, la apuñaló hasta la muerte. Al menos cinco de las cuchilladas, según los forenses, eran mortales. Según el fiscal, Carlos se ensañó con Iris. Por eso piden para él 25 años por su asesinato y 10 más por el intento de homicidio de su suegra. Iris se sentía amenazada y había pedido ayuda. Estaba siendo tratada en un centro para mujeres maltratadas, y denunció a Carlos tres veces. Pero ni la policía ni la justicia creyeron necesario protegerla porque no había pruebas de que estuviera amenazada.