Cinco soldados muertos en un ataque del ELN en Colombia

En un comunicado, el Ejército colombiano ha acusado al frente Juan Fernando Porras Martínez del ELN de estar detrás del ataque contra un convoy militar en el departamento de Norte de Santander.

Según ha contado, los hechos se han producido hacia la 1.00 de la madrugada cuando efectivos del Batallón de Ingenieros n°30 que estaban realizando un "movimiento táctico motorizado" en Salazar de las Palmas han resutado alcanzados por "activación de artefacto explosivo improvisado".

"Rechazamos estás acciones cobardes e indiscriminadas, donde el ELN, ante la imposibilidad de enfrentar a las tropas, emplean medios y métodos de guerra no convencionales, prohibidos expresamente por el Derecho Internacional Humanitario, que ponen en riesgo la vida de nuestras tropas y de la comunidad que transita por el sector", ha condenado el Ejército.

El estamento militar ha dejado claro que sus operaciones se mantendrán en la región del Catatumbo y en el departamento de Norte de Santander, "con el firme propósito de velar por la tranquilidad, seguridad y defensa de los habitantes".

Este lunes, la guerrilla había anunciado una tregua unilateral con motivo de las elecciones al Congreso del 11 de marzo. "Ante las próximas elecciones del 11 de marzo --así no compartamos estos procesos viciados--, como una muestra de respeto a las colombianas y los colombianos que van a depositar su voto, el Ejército de Liberación Nacional realizará un cese de operaciones militares ofensivas entre el 9 y el 13 de marzo", informó el ELN en un comunicado.

El Gobierno y la guerrilla pactaron una tregua bilateral que estuvo vigente entre el 1 de octubre y el 9 de enero y que supuso el mayor logro de las negociaciones de paz iniciadas hace un año en Quito. Pero nada más expirar, el ELN retomó los atentados, matando a varios uniformados, por lo que el presidente, Juan Manuel Santos, ordenó suspender el diálogo.

El ELN ha reclamado desde entonces al Ejecutivo que reanude las conversaciones para pactar una segunda tregua bilateral y avanzar en la agenda de paz. Sin embargo, Santos y su equipo desconfían y habían exigido al grupo armado gestos de buena voluntad.