Los refugiados caminan sin descanso hacia las fronteras porque temen que las cierren. Un grupo de 300 se queja de que la policía de Budapest les bloquea el paso. Entre ellos hay enfermos y niños. No comprenden por qué no les dejan cruzar a un país que si les quiere acoger. El vicecanciller alemán ha dicho hoy que el país tiene capacidad para acoger a 500.000 refugiados al año.