El presidente ugandés defiende las condenas a muerte: "Ojo por ojo"

Museveni amenazó la semana pasada con reanudar las ejecuciones en el país tras un paréntesis de casi 20 años en respuesta al aumento de la criminalidad, en especial en torno a la capital, Kampala. El presidente abrió la puerta a "ahorcar a varios" durante una ceremonia ante guardias de prisiones.

Sobre el papel, la pena de muerte todavía existe en el código penal ugandés -- por delitos de asesinato o traición, por ejemplo --. Sin embargo, y a pesar de que hay todavía 278 presos en el corredor de la muerte, ningún reo ha muerto en la horca desde 1999.

El mandatario ha respondido este lunes en Twitter a "las ONG que se oponen a la condena a muerte" y ha asegurado que, en una "sociedad preindustrial" como la ugandesa, derogar este castigo es "una receta para el caos". "Creemos en la Ley de Moises; ojo por ojo", ha añadido Museveni, que incluso se muestra "arrepentido" por no haber promulgado castigos que ya han sido aprobados por los tribunales.

El presidente, de 73 años, tiene previsto volver a presentarse a los comicios en 2021 después de que el Parlamento suspendiera el mes pasado un apartado constitucional que fijaba la edad límite para comparecer a las elecciones en los 75 años.