Los países de la región ratifican su apoyo al Parlamento de Venezuela pese a su disolución

"Expresamos nuestra enérgica condena a la decisión de la Asamblea Constituyente de usurpar las competencias y facultades legislativas de la Asamblea Nacional, lo cual ratifica la ruptura del orden democrático y constitucional en Venezuela", han dicho en un breve comunicado.

Estos doce países han aprovechado para reiterar que no reconocen la Asamblea Constituyente ni "los actos que emanen de la misma".

Además, han anunciado que intensificarán las consultas para aplicar la Carta Democrática Interamericana a Venezuela, lo cual podría llevar a la suspensión del país como miembro de la Organización de Estados Americanos (OEA).

En la misma línea, Estados Unidos ha emitido horas antes un comunicado en el que condena enérgicamente "esta apropiación de poder diseñada para suplantar la democracia mediante una comisión autoritaria cuyas funciones se encuentran por encima de la ley".

"Siempre que el régimen de (Nicolás) Maduro continúe en esta línea dictatorial, estaremos dispuestos a utilizar todo nuestro poder económico y diplomático en favor del pueblo venezolano para restaurar la democracia", ha recalcado el Departamento de Estado.

ASAMBLEA CONSTITUYENTE

La Asamblea Constituyente ordenó el viernes la disolución del Parlamento, controlado por la Mesa de Unidad Democrática (MUD) --coalición opositora-- desde las elecciones legislativas de 2015, porque no reconoce la autoridad del nuevo órgano venezolano.

La Asamblea Constituyente quedó instalada el pasado 4 de agosto, a pesar del rechazo generalizado de la comunidad internacional por considerar que será utilizada por el Gobierno de Maduro para anular los demás poderes del Estado y redactar una Carta Magna a su medida.

Se trata de un órgano constitucional concebido para reformar el Estado que, en este caso, está compuesto por 545 miembros, todos ellos 'chavistas', porque la MUD boicoteó las elecciones del 30 de julio en señal de protesta contra la Asamblea Constitucional.

Venezuela sufre una grave crisis política, económica y social que en abril dio lugar a una nueva ola de protestas contra Maduro y su Gobierno que ha sido duramente reprimida por las fuerzas de seguridad, lo que ha dejado un saldo de más de cien muertos y miles de detenidos.