El drama de los niños que intentan llegar a Estados Unidos ilegalmente a través de la frontera con México, ya tiene una mártir que ha puesto rostro y nombre a esta tragedia. Se llamaba Jakelin Caal, tenía 7 años y murió de forma repentina dos días después de ser detenida junto a su padre por una patrulla fronteriza de Estados Unidos. Ambos habían viajado desde una pequeña aldea del norte de Guatemala.