La liberación de los 18 rehenes pone fin al motín en una cárcel de Río de Janeiro

El motín comenzó después de un intento de fuga de esta cárcel, que alberga a más de 2.000 reos. Los amotinados retuvieron a diez compañeros y a ocho agentes de la Secretaría Estatal de Administración Penitenciaria (SEAP), de acuerdo con Agencia Brasil.

Efectivos de las fuerzas especiales BOPE tuvieron que irrumpir en la prisión debido a los violentos enfrentamientos que estallaron en el interior. De hecho, durante el registro de este lunes, las autoridades se han incautado de tres armas cortas y una granada de mano. La situación ya está controlada.

El motín coincide con el anuncio del Gobierno de una batería de medidas para prevenir este tipo de incidentes, que se enmarca en la orden del presidente brasileño, Michel Temer, de asumir temporalmente las competencias de seguridad en Río de Janeiro para hacer frente a la ola de violencia que se inició en Carnaval.

Los motines son habituales en las cárceles de Brasil, donde se reproducen las rivalidades entre organizaciones criminales que se dan en el exterior. Los grupos de defensa de los Derechos Humanos han denunciado que las condiciones en las que viven los presos son medievales.