Mientras unos bromean con el referéndum de Escocia, otros partidarios del sí rodean al líder laborista, Ed Miliband. Hay nervios y eso explica la oferta de última hora del bando del No de los tres grandes partidos: más poderes y más dinero para los escoceses si se quedan. Alex Salmond, líder del independentismo escocés, está más relajado.