Poco antes de la media noche, el Estado de Texas ha ejecutado a Gregory Russeau. Un afroamericano de 45 años que había sido condenado a muerte por el robo y asesinato de un anciano de 75 años, cometido hace 14 años. Recibió una inyección letal. En lo que va de este año, Texas ha ejecutado a nueve presos, más de la mitad de los 17 de todo el país.