El presidente del segundo país más contaminante del mundo anunciaba la retirada del acuerdo de París para frenar el cambio climático, atrincherado en su argumento de que por encima de todo está la economía estadounidense. La comunidad internacional le deja claro que no habrá una nueva negociación. Y hasta un personaje de cine le advierte: "Sólo yo puedo dar marcha atrás en el tiempo."