Las detenciones por terrorismo alcanzan niveles máximos en Reino Unido

En los doce meses previos a junio de 2017, las fuerzas de seguridad británicas realizaron 379 arrestos por presuntos delitos terroristas, una subida en relación a los 226 llevados a cabo en el ejercicio anterior. Se trata del mayor número de arrestos en un año desde que se comenzaron a recoger datos en 2001.

Del total de detenciones en el último año, 123 derivaron en la presentación formal de cargos, entre ellos 105 casos en los que se confirmaron las acusaciones sobre terrorismo. Una tercera parte (33) de quienes han sido imputados terrorismo ya han sido procesados y la inmensa mayoría de estos juicios (32) han concluido con una sentencia condenatoria.

Reino Unido ha sufrido durante el periodo analizado cuatro ataques terroristas, el más mortífero de los cuales tuvo lugar el 22 de mayo en Mánchester, al término de un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande. Veintidós personas perdieron la vida por un ataque que se saldó también con 23 arrestos.

Dos personas menos, 21, fueron detenidas por su posible relación con el atropello perpetrado el 3 de junio en el Puente de Londres y la cadena de apuñalamientos posteriores, que se saldaron con un total de ocho fallecidos.

Por número de detenidos, el tercer atentado de la lista ha sido el perpetrado el 22 de marzo en el puente de Westminster, en las inmediaciones del Parlamento británico, y que se ha saldado con 12 arrestos. El autor material de los hechos murió abatido por las fuerzas de seguridad.

El Ministerio del Interior también ha incluido en su informe un detenido en relación al atropello perpetrado el 19 de junio frente a una mezquita londinense y que dejó un fallecido.

Reino Unido mantiene su nivel de alerta antiterrorista en el segundo más alto del escalafón, lo que implica considerar que existe un alto riesgo de que vuelvan a producirse más atentados.