¿Por qué calla una Nobel de la Paz ante la matanza de los rohingya?
Llegan a Bangladesh exhaustos, desorientados, hambrientos y tras muchos días, incluso semanas, caminando entre el barro. 400.000 refugiados de la minoría musulmana roginghya escapan de sus aldeas quemadas, de las matanzas que sufren en Birmania. Hasta que, por fin, llegan a Bangladesh, donde les esperan colas interminables para suplicar algo de agua y comida, y campamentos en los que se hacinan en condiciones infrahumanas. Las organizaciones internacionales alertan: están al borde del desastre humanitario. La ONU define la persecución del ejército birmano de "ejemplo de libro de limpieza étnica". Y esto con el silencio cómplice de una Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, la defensora de derechos humanos, ahora al frente del Gobierno. No irá a la Asamblea de Naciones Unides este martes. Sí dará un discurso televisado. Y las suyas serán, para muchos, las palabras de un símbolo caído.