Un policía de Estados Unidos iba a atender a un conductor que se había salido de la carretera por la nieve, cuando otro conductor pierde el control de su vehículo y arrolla al agente. Le golpea por la espalda, lanzándole por los aires. Acabó con varias costillas y la escápula rotas. En lo que vamos de año, once policías han sido atropellados en las carreteras de este estado.