Los talibán amenazan con "vengarse" por el bombardeo ejecutado contra una madrasa en el norte de Afganistán

En su comunicado, recogido por la agencia local de noticias Afghan Islamic Press, los insurgentes han reclamado además una investigación imparcial en torno al ataque aéreo, en medio de las informaciones contradictorias acerca del número de muertos y la presencia de los talibán en el lugar.

El presidente del país, Ashraf Ghani, anunció el martes la apertura de una investigación, horas después de que las autoridades provinciales reconocieran la muerte de civiles en el ataque aéreo, después de negarlo durante el día anterior.

Sin embargo, el Ministerio de Defensa publicó posteriormente un comunicado asegurando que todas las víctimas mortales del bombardeo eran talibán y acusando a los insurgentes de abrir fuego después del ataque contra los civiles.

Residentes han rechazado esta versión y han apuntado a la existencia de decenas de muertos a causa del bombardeo, que habría sido llevado a cabo por un helicóptero. Diversos medios locales han señalado que el incidente se habría saldado con al menos 50 víctimas mortales.

Durante la jornada de este jueves, el maulana Samiul Haq, conocido como 'padre espiritual' de los talibán, ha tildado el bombardeo de "acto de barbarismo" y ha recalcado que atacar una reunión de eruditos religiosos y civiles es "un acto de terrorismo".

Asimismo, ha argumentado que el ataque "es una continuación de las políticas" del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y ha advertido de que este tipo de sucesos suponen una amenaza para la paz internacional, tal y como ha recogido la agencia afgana de noticias Jaama Press.

También durante la jornada, un grupo de periodistas se ha desplazado al lugar del bombardeo con escolta de los insurgentes, que controlan la parte del distrito donde se sitúa la madrasa atacada.

Según ha indicado la cadena de televisión local Tolo TV, la visita ha sido organizada por el portavoz de los talibán, Zabihulá Muyahid, y ha permitido a los periodistas visitar la aldea de Daftani y comprobar los daños causados por el ataque.

Un periodista de la cadena ha manifestado que durante la visita se han reunido con el vicegobernador de los talibán en Daftani, el mulá Shakir. Residentes consultados durante la visita han negado la versión gubernamental y han recalcado que en la madrasa Darul Ulum Hashemiya Omaria se celebraba una ceremonia de graduación.

Asimismo, han elevado a cien civiles el número de muertos, si bien esto no ha podido ser verificado por los periodistas que han participado en la visita. "Esto es zona talibán. No podemos rechazarlo, pero en nuestra ceremonia sólo había civiles", ha dicho uno de los residentes.

LA SITUACIÓN EN DASHT-I-ARCHI

Las autoridades afganas reforzaron la presencia de las fuerzas de seguridad hace cerca de dos años para intentar expulsar a los talibán de Dasht-i-Archi, si bien desde entonces se han sucedido los combates.

El jefe de la Policía local, Niaz Mohamad, ha asegurado que los insurgentes "cuentan con centros de entrenamiento en varios lugares y sus combatientes reciben entrenamiento sobre el uso de armas y colocación de explosivos, entre otras cosas".

Fuentes locales citadas por la cadena de televisión local Tolo TV han indicado que en la localidad hay 57 escuelas y madrasas, de las que únicamente catorce están en zonas bajo control del Gobierno.