Víctimas, activistas y políticos de Colombia piden al Gobierno y al ELN que renueven la tregua bilateral

Los equipos negociadores del Gobierno y el ELN acordaron un alto el fuego bilateral que entró en vigor el 1 de octubre y expirará el 9 de enero con el fin de facilitar las conversaciones de paz que protagonizan desde hace un año en la capital ecuatoriana, Quito. Sin embargo, las partes se han acusado mutuamente de incumplir la tregua lo que hace temer que no se prolongue más allá de la fecha prevista.

"Creemos que, a pesar de los incidentes, que deberán ser investigados de manera eficaz, el cese al fuego brinda un mejor contexto para la participación de la sociedad en la construcción de paz y aumenta la legitimidad social del proceso de diálogo", han dicho los firmantes.

En su opinión, "una ruptura del cese al fuego distanciaría a las partes de la negociación, significaría muerte, dolor y desplazamiento para la población civil, que suele ser la más afectada por el conflicto, desmotivaría la participación de la sociedad, y daría más excusas a los enemigos de la paz que hacen de la guerra una bandera electoral".

"Por esto, pedimos que mantengan la decisión de continuar los diálogos en medio de un cese bilateral, haciendo los ajustes que se requieran, pero sin dejar espacio a la guerra", han dicho y han ofrecido sus "buenos oficios" para "acompañar a la mesa de Quito y avanzar hacia un país en paz".