Venezuela reivindica su modelo de DDHH y pide humildad a los "causantes de la tragedia en el Mediterráneo"

Según Rodríguez, el sistema los Derechos humanos se han convertido "en un manto protector del modelo de desarrollo de la nación", y se ha convertido modelo de referencia mundial. "Nuestra doctrina de inclusión e igualdad es vanguardia en el mundo gracias a la llegada del comandante Hugo Chávez. Hemos demostrado con cifras los avances en materia de Derechos Humanos y que son la esencia misma de la Revolución Bolivariana", ha señalado.

La ministra ha resaltado la universalidad del modelo venezolano y la igualdad entre derechos individuales y colectivos. "Es una doctrina que no distingue en el rol económico, político y social, es un país donde todos somos iguales para la Ley", aseguró en una rueda de prensa en la que presentó el resultado del diálogo interactivo de la presentación del informe en materia de Derechos Humanos de Venezuela ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Ginebra.

Además, Rodríguez ha rechazado que algunos países traten de cuestionar la política de Venezuela en materia de Derechos Humanos y ha recordado que estas naciones son "causantes de la tragedia humanitaria en el Mediterráneo", que ha dejado más de 7.000 muertos en los dos últimos años.

"Es una verguenza para la humanidad que estos países pretendan darnos clases en materias de Derechos Humanos (...)Venezuela no necesita recomendaciones de Gobiernos que tienen un espíritu retrógrado", ha señalado, al tiempo que retó a los representantes de Estados Unidos, Perú, Chile y Argentina, a comparar sus indicadores de desarrollo social con Venezuela.

En su intervención pública la ministra ha retrocedido hasta 1999 con la llegada al poder del presidente Hugo Chávez, punto en el que según Rodríguez comenzó en Venezuela un proceso de transformación social que repercutió en toda la población, tomando como puntos de desarrollo la educación, salud, vivienda, cultura, entre otros aspectos.

PROCESO REVOCATORIO

La decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE) de paralizar la segunda fase para convocar el referéndum revocatorio contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue percibida el pasado mes como una violación de los derechos político en el país por parte de algunas organizaciones.

En este sentido, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó "las recientes acciones del Estado de Venezuela dirigidas a cerrar espacios vitales de participación política en el país y a perseguir a quienes han ejercido su derecho a la libertad de expresión".

Esta decisión llegó en un contexto marcado, según distintas instituciones a nivel internacional, por un profundo debilitamiento de la separación de poderes públicos en el país.