UNICEF denuncia un aumento de la utilización de "niños bombas" en Nigeria

"Estos niños son, ante todo, víctimas, no perpetradores (...) Es una atrocidad", ha añadido. Las víctimas elegidas con más frecuencia para perpetrar dichos ataques, cuyo objetivo es la población civil, son niñas. La mayoría de ellas suelen tener menos de 15 años.

Según ha explicado UNICEF, la utilización de niños en estos ataques repercute también en los menores que son liberados, rescatados o que logran escapar de Boko Haram, ya que aumenta el miedo y la sospecha hacia ellos. "Muchos niños que han logrado dejar atrás su cautiverio se enfrentan al rechazo cuando tratan de reintegrarse en sus comunidades", ha manifestado la agencia de Naciones Unidas.

Esta situación se produce en un contexto de desplazamientos masivos y una crisis nutricional, una combinación ya mortal para los niños. "Hay 1,7 millones de personas desplazadas debido a la insurgencia en el noreste, el 85 por ciento de ellos en el estado de Borno, donde tienen lugar la mayoría de los ataques", ha declarado.

UNICEF está proporcionando apoyo psicosocial a los niños que han sido retenidos por Boko Haram, y también trabaja con las familias y las comunidades para promover su aceptación cuando regresan. Esto incluye proporcionar apoyo para la reintegración social y económica a los menores y sus familias.

Además, UNICEF apoya las actividades de reconciliación en el norte del país, dirigidas por líderes religiosos y comunitarios respetados, incluidas mujeres influyentes, para contribuir a promover la tolerancia, la aceptación y la reintegración.