Turquía cifra en 60.000 los combatientes extranjeros interceptados en las fronteras de Siria e Irak

El primer ministro de Turquía, Binari Yildirim, ha asegurado que las fuerzas de seguridad turcas han interceptado a 60.000 combatientes extranjeros que querían unirse a la lucha yihadista en Siria o Irak y ha subrayado que el grupo Estado Islámico "es un problema de todos", en un llamamiento a la colaboración internacional.

Yildirim, que ha participado este miércoles en un desayuno de Nueva Economía Fórum, ha defendido la relevancia de la escalada de tensiones en Oriente Próximo, que afecta "en primer grado a Turquía y en segundo grado a Europa". "Si Turquía no hiciera el esfuerzo que está haciendo, Europa sería un lugar inhabitable", ha añadido.

En este sentido, ha afirmado que las fuerzas turcas han interceptado a 60.000 combatientes extranjeros "llegados de todo el mundo" y han impedido la entrada de unos 4.500 desde territorios de Siria e Irak. Yildirim ha apelado a la implicación de todos los países: "El problema de Siria no lo hemos causado nosotros, pero sufrimos sus consecuencias".

El primer ministro ha defendido la legitimidad de las ofensivas militares turcas en zonas fronterizas, donde ya "no hay terrorismo", y el apoyo brindado a los 3,5 millones de refugiados que viven actualmente en territorio turco, a los cuales se habrían destinado 70.000 millones de dólares.

La última operación militar comenzó en enero en la región siria de Afrín y tiene como objetivo las Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas, aliadas de Estados Unidos sobre el terreno. "No se puede luchar con una banda terrorista colaborando con otra", ha deslizado Yildirim, para cuyo Gobierno las YPG son equiparables al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

PIDE MÁS COMPROMISOS A LA UE

Yildirim ha defendido el compromiso con la UE para contener el flujo migratorio, reflejado en el acuerdo de 2016, y ha señalado que "la parte turca ha cumplido" con los compromisos. En este sentido, ha dicho que las llegadas a Grecia han caído de las 7.000 personas al día a "menos de 50".

"No hemos recibido la respuesta esperada", ha dicho, al expresar la "decepción" de Ankara con la parte europea, que no habría cumplido sus compromisos en materia de exención de visados y entrega de ayuda financiera.

Las críticas también se han extendido al estancado proceso de adhesión de Turquía en la UE, especialmente después de que el bloque haya avanzado en el acercamiento con otros países. Yildirim ha lamentado el "doble rasero" y, aunque ha señalado que Ankara no tiene intención de dar un paso atrás --"no seremos nosotros los que nos rindamos"-- también ha advertido del posible "cansancio" ciudadano.

UN GOBIERNO "FIRME"

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció la semana pasada un adelanto electoral que implicará la celebración de comicios presidenciales y parlamentarios el 24 de junio. A partir de entonces, se aplicarán los resultados del referéndum constitucional de abril de 2017, que dotaron al país de un sistema presidencialista, en detrimento del cargo que ahora ostenta Yildirim.

El primer ministro ha defendido dicho adelanto argumentado que lo ha solicitado la oposición --un partido aliado del AKP de Erdogan-- y que "cuando se habla tanto de elecciones, no se puede huir". Ahora, ha añadido, es momento de que "el pueblo decida" y de pasar página a un escenario parlamentario que, en su opinión, "no facilita un gobierno firme".

Las autoridades turcas han detenido a 50.000 personas y han apartado de sus puestos a unos 150.000 funcionarios por su presunta vinculación con la intentona golpista de julio de 2016, atribuida a una red liderada por el clérigo Fethulá Gulen. Las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos han alertado de que esta purga trasciende intereses de seguridad, pero desde el Gobierno se ha negado este extremo.

Yildirim ha defendido este miércoles la detención de periodistas, en particular de quienes usan un "título" para implicarse en actividades delictivas. "Si ofrece apoyo logístico a un terrorista, no es un periodista", ha esgrimido, en el marco de un discurso en el que ha advertido que, si bien "la libertad es esencial", es necesario también tener "seguridad".