Durante años, el todopoderoso productor de cine Harvey Wenstein fue su monstruo. Él convirtió la película "Frida", el gran proyecto de Salma Hayek, en un calvario. En una desgarradora carta, la actriz cuenta el acoso que sufrió. Llegó incluso a amenazarla de muerte. Su testimonio se suma a las decenas de denuncias de otras actrices.