Sala critica las condiciones de su arresto domiciliario y dice que "ni los genocidas tienen tanta seguridad"

"¿Qué están haciendo conmigo, que están queriendo, que llegue un momento que explote? ¿Qué es lo que están mirando o queriendo, que reviente mentalmente? Porque también están violando mis derechos mentales", ha dicho, en una entrevista telefónica concedida a la emisora Radio 10.

Así, ha detallado que hay un total de once cámaras de vigilancia en los alrededores de su vivienda, así como sendos camiones de la Gendarmería y la Policía, tal y como ha recogido la agencia estatal argentina de noticias, Télam.

Sala ha afirmado que todos los días a de presentarse ante la Gendarmería para garantizar que sigue en su domicilio. "¿Par qué me pusieron una tobillera? ¿Para qué tantas cámaras? Es algo irrisorio", ha criticado.

"Más allá de que hoy puedo hablar por teléfono, que no es lo mismo que la cárcel, es un poco más pasable, pero, aun así, salir al patio de la casa y que te estén viendo todo, que estén observando todo y ni siquiera poder tener intimidad", ha denunciado.

Sala, líder de la organización Túpac Amaru, fue detenida en 2016 por un escrache realizado en 2009 al gobernador de la provincia de Jujuy, Gerardo Morales, cuando éste era senador nacional.

Tras su detención, grupos de defensa de los Derechos Humanos alertaron de que no se estaban respetando los derechos de Sala, de 53 años, que estaba siendo investigada por delitos de sedición, extorsión y asociación ilícita.

Túpac Amaru es un grupo sindical de naturaleza indígena que está vinculado a la Central de Trabajadores de Argentina (CTA). Cuenta con 70.000 afiliados y está presente en 15 de las 23 provincias que forman la nación austral.