Rusia propone en la ONU una nueva investigación sobre los ataques químicos en Siria

El embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, ha dicho que Moscú "sigue exigiendo a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW) que sus expertos vayan a Siria para ver los almacenes de armas químicas que dejaron los terroristas en las zonas liberadas y que encontró el Gobierno".

Asimismo, ha recalcado que el objetivo de la propuesta rusa es "reconstruir" la unidad en el Consejo de Seguridad de la ONU. "Necesitamos profundizar en el diálogo y tenemos que intentar reunir la unidad del consejo que se ha erosionado. Esto debe ser reconstruido", ha sostenido.

Nebenzia ha apuntado además que Estados Unidos debería "familiarizarse" con la propuesta de Moscú antes de rechazarla, según ha informado la agencia rusa de noticias Sputnik.

"Si realmente desean establecer un mecanismo profesional independiente, entonces al menos familiarícense con el proyecto de resolución antes de repudiar dicho proyecto", ha solicitado el embajador ruso.

La propuesta rusa ha llegado horas después de que decenas de país acordaran en París trabajar para preservar las pruebas e imponer sanciones a los responsables de los ataques con armas químicas en el país árabe.

La investigación de Naciones Unidas y la OPCW a través del Mecanismo Conjunto de Investigación (JIM) acusó en octubre de 2017 al Gobierno del ataque con gas sarín perpetrado el 4 de abril de ese año en la localidad siria de Jan Sheijún, que causó más de cien muertos.

Los investigadores de la ONU y la OPAQ ya habían determinado de forma "incontrovertible" en informes anteriores que en el ataque se usó gas sarín, si bien hasta este último informe habían rehusado señalar a los responsables del mismo.

Los países occidentales, liderados por Estados Unidos, no han dudado en responsabilizar a las autoridades sirias de este ataque químico, ya que Jan Sheijún estaba en manos opositoras. En respuesta, el Gobierno de Donald Trump lanzó un ataque aéreo contra una base militar del Gobierno de Bashar al Assad en la provincia Homs.

Al Assad ha negado reiteradamente el uso de armas químicas y ha recordado que, en virtud del acuerdo alcanzado en 2013 --tras otro gran ataque atribuido a Damasco-- con Rusia y Estados Unidos, entregó todos sus arsenales tóxicos a la comunidad internacional para que fueran destruidos.

Tras el ataque, el Gobierno ruso indicó que el Ejército sirio había bombardeado una fábrica de armas químicas en la localidad, descartando un ataque químico por parte de Damasco. El Ejecutivo sirio respaldó posteriormente esta versión.

En respuesta al informe del JIM, el Gobierno ruso vetó una prórroga del mandato de la investigación, criticando al organismo y afirmando que mantenía una postura sesgada.

LA RESPUESTA DE EEUU

Este martes, la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, ha rechazado la nueva propuesta de Rusia, recalcando que "Estados Unidos y la comunidad internacional no van a ser engañados".

"Seguimos decididos a buscar la rendición de cuentas de aquellos que usaron armas químicas. Permanecemos firmes a la hora de hacer todo lo posible para preservar la norma contra su uso", ha dicho.

"Seguiremos siempre comprometidos a la hora de preservar la verdad de lo que el régimen de Al Assad ha hecho en Siria y, tristemente, de lo que probablemente seguirá haciendo", ha añadido Haley.

Asimismo, ha criticado la postura de Rusia, acusando al país de "huir de los hechos". "Rusia se opuso al JIM porque recopiló hechos sobre quién usó armas químicas en Siria. Ahora, cuestiona este esfuerzo francés para recopilar pruebas sobre quién usó armas químicas", ha explicado.

"Cuando a Rusia no le gustan los hechos, intentan distraer la conversación. Eso es porque los hechos vuelven una y otra vez a la verdad que Rusia quiere esconder: que el régimen de Al Assad sigue usando armas químicas contra su propio pueblo", ha remachado.