El Parlamento de Turquía aprueba prorrogar otros tres meses el estado de emergencia
EUROPA PRESS
18/04/201817:12 h.La votación ha llegado apenas un día después de que el Consejo de Seguridad Nacional de Turquía recomendara prorrogar la medida y de que el Gobierno asegurara que respaldaba el pronunciamiento de este organismo.
La aprobación del Parlamento era considerada como un mero trámite debido al apoyo del Partido Justicia y Desarrollo (AKP) y Partido del Movimiento Nacionalista (MHP) a la medida, que de esta forma ha sido prorrogada por séptima vez desde la asonada.
Poco antes de la votación, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), la principal formación opositora de Turquía, había reclamado que se levantara de forma inmediata el estado de emergencia, después de que se haya confirmado el adelanto de las elecciones presidenciales y parlamentarias.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha anunciado durante la jornada que las parlamentarias y presidenciales serán adelantadas al 24 de junio, después de reunirse con el líder del opositor Partido Movimiento Nacional (MHP), Devlet Bahceli.
Tras las palabras de Erdogan, el portavoz del CHP, Bulent Tezcan, ha considerado que es el momento de que se derogue la medida excepcional. "No puede haber elecciones bajo un régimen de emergencia", ha declarado.
Turquía celebró en abril de 2017 un referéndum en el que la mayoría de los turcos se pronunciaron a favor de reformar la Constitución con el fin de instaurar un sistema plenamente presidencial en el país, algo que no ocurrirá hasta la celebración de los próximos comicios.
En principio, las siguientes elecciones presidenciales y parlamentarias debían celebrarse en noviembre de 2019. Erdogan fue elegido como presidente por primera vez mediante el voto directo de los turcos en agosto de 2014, mientras que las últimas elecciones parlamentarias se celebraron en noviembre de 2015.
EL ESTADO DE EMERGENCIA
Las autoridades turcas declararon el estado de emergencia el 20 de julio de 2016, cuatro días después de la asonada, que se saldó con la muerte de al menos 240 personas.
Ankara ha lanzado desde entonces una campaña de represión contra aquellos a los que acusa de estar detrás de la intentona, de la que responsabilizó al clérigo islamista Fetulá Gulen, quien reside en Estados Unidos. Gulen ha negado cualquier papel en el golpe.
Bajo una fuerte represión desde la asonada, más de 50.000 personas han sido encarceladas en espera de juicio por supuestos vínculos con Gulen, mientras que 150.000 personas han sido despedidas o suspendidas de empleo en los sectores militar, público y privado.
Este mismo miércoles, el ministro de Defensa turco, Nurettin Canikli, ha señalado que las autoridades han identificado a 3.000 miembros de las Fuerzas Armadas que mantendrían lazos con Gulen y ha agregado que todas ellas serán cesadas.
Erdogan y Gulen eran aliados políticos hasta que la Policía y la Fiscalía, supuestos simpatizantes del clérigo islamista, según el Gobierno turco, abrieron una investigación sobre corrupción en 2013 contra varios altos cargos del Ejecutivo.
Entonces, el mandatario turco acusó al clérigo de conspirar y erigir un Estado paralelo para derrocar al Gobierno con ayuda de la Policía y medios simpatizantes. Diversas organizaciones humanitarias han acusado a Erdogan de utilizar la situación para acabar con cualquier tipo de oposición.