El Observatorio Cubano de DDHH asegura que la situación socioeconómica del país no ha mejorado con Raúl Castro

Según la encuesta, realizada el mes pasado por el Grupo de Estudio de Dinámicas Sociales --un servicio del OCDH--, más del 95 por ciento de los entrevistados califican como "difícil" o "muy difícil" la obtención de alimentos. Por lo tanto, la inseguridad o la "angustia" alimentaria continúa siendo un asunto de gran importancia en la vida de los cubanos tras el mandato de Raúl Castro.

Una de las razones de esta "angustia" alimentaria es la evolución de los precios de los alimentos básicos en la isla. Al menos el 86,7 por ciento de los encuestados consideran que los precios han aumentado.

El salario de la población cubana también hace que la situación socioeconómica del país no haya mejorado. Según el OCDH, la mitad de los cubanos (50,6 por ciento) vive con menos de 28 dólares (alrededor de 22 euros) al mes.

En cuanto al acceso a Internet en la isla, la encuesta muestra que al menos un 44 por ciento de la población no puede conectarse a Internet. La mayoría de los cubanos accede a la red desde plazas y parques que cuentan con una zona wifi de pago, según el OCDH.

"La conexión se realiza desde el teléfono móvil", señala el OCDH a través de un comunicado. "Este servicio comenzó a operar en 2015. Hoy el precio es de un dólar la hora de conexión", asevera.

El OCDH denuncia así el "atraso tecnológico y de infraestructura" que hace que los sectores laborales y los trabajadores autónomos se vean afectados.

Según el índice anual de desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU), Cuba se encuentra en el puesto 166 de un total de 176 países en cuanto al acceso a Internet. Además, dentro de Latinoamérica, la isla se sitúa en penúltimo lugar tan solo por delante de Haití.

La encuesta del OCDH ha sido publicada tan solo un día antes de que la isla caribeña se enfrente a una nueva etapa después de que Raúl Castro deje la Presidencia poniendo fin a seis décadas de dominio absoluto de la familia Castro en la vida política, económica y social.