La ONU, preocupada por la sentencia dictada contra 11 campesinos paraguayos por la matanza de Curuguaty

Zeid ha definido como "inquietante" la condena, dictada después de un juicio que, desde su punto de vista, no ha respetado las garantías procesales. En un comunicado, el Alto Comisionado ha recordado que durante los últimos cuatro años, varios mecanismos y organizaciones en defensa de los Derechos Humanos han denunciado irregularidades en la investigación, entre ellas violaciones al debido proceso y al derecho a la defensa.

El caso se remonta al desalojo de decenas de campesinos que habían ocupado unas tierras del norte de Paraguay para pedir su integración en la reforma agraria. Durante la actuación policial se produjo un tiroteo que causó la muerte de once civiles y seis agentes.

La Justicia paraguaya ha procesado a once campesinos, dictaminando penas de prisión de entre 18 y 35 años para cuatro de ellos y de entre cuatro y seis años para otros siete, todos ellos acusados de la muerte de los policías. No obstante, la Fiscalía no ha investigado los otro once fallecimientos.

En este sentido, Zeid ha destacado la falta de investigación sobre las muertes de los campesinos y sobre las alegaciones de que algunos de ellos fueron ejecutados de forma sumaria, tras ser víctimas de tortura y otras violaciones de Derechos Humanos.

Asimismo, ha recordado que el Comité de Derechos Humanos de la ONU ya recomendó hace tres años a Paraguay investigar de forma "inmediata, independiente e imparcial" este caso.

Tras conocerse el fallo, el juez Ramón Trinidad Zelaya ha desmentido que el tribunal hubiese recibido "orientaciones" y ha lamentado el "ambiente de desinformación" que ha cundido entre la ciudadanía por los supuestos intereses que se han generado en torno al proceso.