Los militares rodean la universidad de Managua: "No me arrepiento de nada, de morir por una causa"

Son ya tres meses que los estudiantes y la oposición mantienen el pulso a Daniel Ortega. Lo que comenzó con una reforma de las pensiones propuesta por el Gobierno sandinista ha terminado con una revuelta que pide la dimisión del presidente.

Desde abril las trifulcas y enfrentamientos entre los jóvenes y fuerzas del Ejército y la Policía han ido en aumento llevando la violencia hasta alcanzar la cifra de 300 muertos, la mayoría civiles.

Este fin de semana, los militares ocuparon la universidad en la que permanecían encerrados grupos de jóvenes contrarios al Gobierno de Ortega. Sitiaron las barricadas disparándoles con fuego de verdad, contra piedras y palos que tenían los estudiantes.

En las imágenes, transmitidas por Facebook Live, poco antes de la ocupación militar al recinto estudiantil, se ve a varios jóvenes despidiéndose de sus madres, ante la posibilidad de morir bajo las balas.

“Perdóname mamá, vamos a morir aquí, perdóname mamá, vine a defender mi patria”, decía la joven mientras lloraba.

A su lado, otro chico, asustado, mientras se escucha el sonido de los proyectiles, dice a cámara: "No me arrepiento de nada, de morir por una causa".

El ataque a la UNAN, que duró 18 horas, dejó dos personas muertas y varios heridos. Gerald Vásquez y Francisco José Flores fueron los jóvenes asesinados. Ellos estaban atrincherados en el recinto como protesta contra las autoridades y para exigir el rotorno de la autonomía universitaria.

Los heridos fueron trasladados a varios hospitales de la capital hasta donde llegaron oficiales de la Policía Nacional para arrestarlos según contaron a los medios algunos médicos y personas que se encontraban en esos centros sanitarios, según publicó el periódico nicaragüense La Nación.