La reapertura del puente de Londres tras el atentado que dejó 8 muertos, entre ellos, el español Ignacio Echeverría, trajo consigo una desagradable sorpresa. Son oficiales de policía, en los alrededores de ese puente donde actuaron los terroristas, multando a los coches que habían quedado atrapados por el cordón policial que había sido levantado apenas unas horas antes. La prensa inglesa ha puesto el grito en el cielo por esta falta de tacto.