Cerca de 400.000 personas permanecen cercadas por las tropas de Bashar al-Ásad desde hace tres años. La región de Guta Oriental, muy cerca de Damasco está controlada por los rebeldes. El largo asedio que están sufriendo está provocando que quien no muere por las bombas, muera por hambre y los primeros son los más pequeños. Son imágenes muy duras, las de una guerra, cada vez, más olvidada.