Expertos de la ONU denuncian un patrón de detenciones arbitrarias en Arabia Saudí para "silenciar" a críticos

Los relatores especiales sobre defensores de los Derechos Humanos, Michel Forst; detenciones arbitrarias, José Antonio Guevara Bermúdez; libertad de expresión, David Kaye; libertad religiosa, Ahmed Shaheed; y para la protección y promoción de los Derechos Humanos en la lucha antiterrorista, Fionnuala D. Ní Aoláin; han firmado un comunicado conjunto en el que señalan la existencia de "un preocupante patrón de detenciones arbitrarias sistemáticas y generalizadas".

"Los derechos a la libertad de expresión y de reunión pacífica están estrictamente restringidos en Arabia Saudí", hasta el punto de que "estamos atestiguando la persecución de defensores de los Derechos Humanos por ejercer pacíficamente estos derechos (...), así como por hacer su trabajo".

Más de 60 personas --destacadas figuras religiosas, intelectuales, políticas, periodistas y activistas-- han sido detenidas desde el pasado mes de septiembre, a las que se suman casos anteriores, como el de diez personas que el Grupo de Trabajo de la ONU sobre Detenciones Arbitrarias recomendó liberar e indemnizar y que pese a ello siguen arrestadas.

Entre los detenidos están los miembros fundadores de la Asociación Saudí de Derechos Civiles y Políticos (ACPRA) Abdulaziz Al Shubaily e Issa bin Hamid al Hamid. "Desde que ACPRA fue prohibido en 2013, hemos atestiguado con alarma la detención y el procesamiento de gente que critica pacíficamente las políticas del Gobierno saudí", han precisado.

Los expertos de la ONU han revelado que han escrito a las autoridades saudíes para que aclare las circunstancias de todas estas detenciones, que en su mayoría están amparadas por las leyes antiterroristas y de seguridad nacional, pero no han obtenido respuesta.

"También pretendemos que el Gobierno aclare cómo estas medidas pueden ser compatibles con las obligaciones de Arabia Saudí bajo el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, así como con los compromisos que ha hecho voluntariamente para intentar unirse al Consejo de Derechos Humanos" de Naciones Unidas, han añadido.

Han lamentado que, a pesar de los numerosos llamamientos de la ONU para "que cese estas violaciones, las rectifique e impida que se repitan", el Gobierno saudí los ha ignorado y persiste en la práctica de "silenciar" a los críticos.