Detrás de los atentados hay tres comandos terroristas perfectamente coordinados entre sí

Detrás de los atentados de la capital francesa estarían tres comandos terroristas perfectamente coordinados entre sí. Lo ha avanzado esta misma tarde en rueda de prensa el fiscal de París François Molins. Que asegura que esas tres células yihadistas habrían empleado el mismo tipo de explosivos con metralla incorporada para causar el mayor número de víctimas posible. Al menos seis de los ocho terroristas muertos en los atentados habrían llegado a accionar de forma voluntaria su carga explosiva después de ejecutar la matanza.

De momento, se habría conseguido identificar a tres de esos terroristas. Dos son ciudadanos de Bélgica. Y es aquí, en su capital, a 300 kilómetros de París, donde se está desarrollando una operación policial relacionada, según los primeros indicios, con los ataques en Francia. En el barrio de Molenbeek, uno de los más conflictivos de Bruselas y en el que se han llevado a cabo un número indeterminado de detenciones en las últimas horas, tal y como avanzan con cautela fuentes del ministerio de justicia belga.

Un tercer terrorista muerto, procede de Courcouronnes, una localidad a 35 kms al sur de París, y que ha podido ser identificado gracias a sus huellas dactilares ya que estaba fichado por la policía gala por su creciente radicalización. Quien no tendría ningún vínculo de momento con los asesinos de París, según el ministro del Interior alemán, es el detenido recientemente en Baviera, tal y como se había barajado en un principio.

Entre el material encontrado en la capital francesa hay dos pasaportes. Uno egipcio y otro de un ciudadano sirio, que habría sido registrado en octubre en la isla griega de Leros, y cuyo documento no hay certeza de que pertenezca a ningún terrorista o víctima de los ataques. Entre los vehículos identificados hay un Seat León negro ubicado cerca de los restaurantes atacados y un Volkswagen Polo también de color negro en los exteriores de la sala de espectáculos, que al parecer habría sido alquilado en Bélgica.

Aquí, en Bataclan, según fuentes de la investigación, se contaría con una grabación inédita de los terroristas que, tal y como apuntan varios supervivientes, hablaban perfectamente francés.