Detenido en Kenia un destacado asesor político de la principal coalición opositora del país

Dennis Onyango, portavoz del líder de la NASA, Raila Odinga, ha sido el encargado de denunciado la detención de Ndii, que ha sido negada por el jefe de la Policía del condado, Joseph Chebusit, según ha informado el diario local 'Daily Nation'.

Sin embargo, Onyango ha afirmado que "la Policía ha confirmado que tiene a David Ndii en la comisaría de Diani", agregando que los agentes "quieren volver al Hotel Leopard --en el que se alojaba Ndii-- para coger su ordenador para la información que necesitan".

En un mensaje posterior en su cuenta en la red social Twitter, el portavoz de Odinga ha manifestado que la Policía ha asegurado a la esposa de Ndii que "se encuentra bien", si bien ha subrayado que "no la han permitido verle".

Por el momento se desconocen los motivos de la detención, que la NASA ha vinculado con el hecho de que Ndii sea uno de los principales responsables de la creación de la Asamblea Popular ante la que Odinga planea jurar su cargo como presidente el 12 de diciembre --coincidiendo con el Día de la Independencia-- tras rechazar su derrota en las presidenciales.

El presidente, Uhuru Kenyatta, juró el cargo esta semana, después de que el Tribunal Supremo confirmara su victoria en la repetición de los comicios, celebrada en octubre tras la cancelación de los resultados de las elecciones de agosto, en las que también se impuso el mandatario.

Los kenianos ya votaron el 8 de agosto y entonces el Supremo, tras una denuncia de fraude electoral presentada por Odinga, decidió anular la votación confirmando que se habían producido irregularidades y ordenó repetirla el 26 de octubre.

En esta segunda convocatoria, Odinga no compitió por considerar que no había garantías suficientes para impedir que los vicios que dominaron la primera elección no se repitieran y Kenyatta volvió a alzarse con la victoria, si bien en 25 circunscripciones no se pudo votar a causa de los disturbios.

Más de 60 personas han muerto en el marco de la crisis electoral, lo que hace temer una ola de violencia como la desatada tras los comicios de 2007, que se saldó con más de mil muertos.