El Consejo de Seguridad condena el tráfico de personas frente a las costas de Libia

La resolución, redactada por Reino Unido y adoptada por unanimidad, resalta que el tráfico de personas es un desafío común, al estar causado por organizaciones transnacionales, pidiendo que sea combatido "con un espíritu de solidaridad internacional y responsabilidad compartida".

Así, ha pedido a todos los países que colaboren con el gobierno de unidad --respaldado por la ONU-- para compartir información sobre estos delitos en las costas mediterránea y dar apoyo a los migrantes rescatados en el mar.

En este sentido, ha pedido que la zona sea vigilada con buques y aviones de guerra y se lleven a cabo inspecciones en embarcaciones sospechosas, siempre y cuando haya consentimiento del país al que pertenezca el pabellón.

El organismo ha destacado que la resolución aprobada "no tiene como fin de socavar los derechos de las personas e impedirles que soliciten protección en virtud del Derecho Humanitario y el Derecho Internacional de los refugiados".

Por ello, recalca que todos los migrantes, incluidos los solicitantes de asilo, deben ser tratados con humanidad y dignidad y sus derechos deben respetarse plenamente.

En lo que va de año, unos 800 libios han llegado a Italia por mar, más del doble de la cifra registrada en todo 2016, de acuerdo con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). "En los últimos meses hemos visto cada vez más libios", ha contado Marco Rotunno, de la agencia de la ONU.

ACNUR cifra en más de 270.000 los desplazados internos en Libia, a los que se suman otros tantos que han regresado al país tras intentar escapar.

Desde 2014, las diferentes facciones en el país han intentado hacerse con el poder. El gobierno del este --respaldado por el Ejército Nacional Libio y encabezado por el mariscal de campo Jalifa Haftar-- ha rechazado en varias ocasiones la legitimidad del gobierno de unidad nacional.