Clinton mantuvo en su equipo de campaña de 2008 a un asesor religioso denunciado por acoso sexual

Strider, cofundador de la red American Values Network, nunca fue expulsado de la campaña, sino que fue suspendido de empleo y sueldo varias semanas, recibió orden de buscar asesoramiento psicológico, y la joven fue trasladada a un nuevo empleo.

Un portavoz de la firma legal que representó a Clinton en la campaña ha asegurado que, tras conocer la acusación contra el asesor, "la campaña actuó de acuerdo con las conductas propias que garantizan un entorno de trabajo seguro".

La mujer afectada presentó su queja a la jefa de campaña de Clinton por aquel entonces, Patti Solis Doyle, a la que explicó que Strider "masajeó sus hombros de manera inapropiada, la besó en la frente y la envió una cadena de correos electrónicos de contenido sugerente".

Doyle propuso a Clinton el despido de Strider, casado por entonces, pero la candidata demócrata se negó a expulsarle de la plantilla. La afectada no ha realizado declaraciones al quedar vinculada al secreto por un acuerdo de confidencialidad.