El Gobierno declara el estado de emergencia en el norte de Chile por el terremoto

"La presidenta ha tomado la decisión de declarar estado de emergencia constitucional de catástrofe en la totalidad de la IV Región de Coquimbo", ha anunciado el ministro de Interior, Jorge Burgos, en una rueda de prensa celebrada en La Moneda.

Burgos ha explicado que ello permitirá a las Fuerzas Militares asumir el control en la zona. "Se hace porque la información que poseemos es que aún quedan casi 70.000 hogares sin luz eléctrica y la posibilidad de recuperarla en las próximas horas es aún dudosa, lo que hace aconsejable reforzar la seguridad", ha indicado.

Bachelet se ha desplazado hasta Coquimbo --donde permanecerá "hasta visitar el mayor número de localidades"-- para constatar los daños causados por la sacudida. "Hemos visitado poblaciones y lugares donde muchos comerciantes han sido afectados", ha dicho en declaraciones a la prensa tras recorrer el área costera.

La jefa de Estado ha afirmado que las consecuencias podrían haber sido mucho peores de no ser por la "rápida respuesta" del Gobierno, vigilada escrupulosamente desde la nefasta experiencia del terremoto ocurrido el 27 de febrero de 2010. "La institucionalidad ha mejorar", ha sostenido.

Bachelet ha señalado que "lo primero que le ha interesado al Gobierno ha sido proteger a las personas y salvar vidas", para lo cual se han abierto varios albergues. "La segunda etapa es limpiar las calles", ha precisado.

Después, ha prometido que "se pasará casa por casa y comercio por comercio para hacer las fichas, para que las ayudas que existen --que lamentablemente hemos desarrollado con experiencia por todos los desastres naturales que nos ha tocado vivir-- lleguen a la mayor brevedad".

"El peor terremoto"

La líder izquierdista ha considerado que "se trata del terremoto más grave de este año en el mundo, mucho más grande que otros que vimos en Nepal y en otros lados", a pesar de que provocaron "una destrucción masiva y una enorme cantidad de fallecidos".

A la sacudida le siguió un tsunami que provocó olas de hasta cuatro metros y medio, de acuerdo con los datos registrados por el Servicio Hidrográfico Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA).

Por su parte, la Oficina Nacional de Emergencias (ONEMI) ha indicado que el seísmo ha dejado 11 muertos, nueve heridos, 610 damnificados y 428 personas que han tenido que ser evacuadas hasta refugios.

Además, hay 175 viviendas con "daño mayor" y 179 que han quedado totalmente destruidas. Los suministros también se han visto afectados con 87.653 hogares sin luz y 9.070 sin agua.