El CICR suspende sus operaciones en Leer tras un ataque contra sus instalaciones en la ciudad

En su comunicado, ha detallado que el complejo atacado era escenario de una distribución de semillas y herramientas agrícolas para cerca de 24.600 personas, al tiempo que ha señalado que su personal se vio forzado a evacuar las instalaciones.

El organismo ha detallado que un guardia de seguridad resultó herido leve en una pierna a causa de los disparos, efectuados en la noche del 10 de abril. Los ocho trabajadores del CICR fueron evacuados un día después a la capital, Yuba.

"Estamos sorprendidos y apesadumbrados por este ataque, que no es sólo contra el CICR, sino también contra la gente a la que estamos ayudando", ha dicho el jefe del organismo en Sudán del Sur, François Stamm.

Asimismo, ha señalado que únicamente 8.600 personas pudieron recibir los materiales que estaban siendo distribuidos de cara a la temporada de lluvias en la zona, en la que el año pasado se declaró oficialmente una hambruna.

"Este ataque ha significado que 16.000 personas se queden sin los suministros que necesitan para cultivar sus campos en un momento en el que la seguridad alimentaria empeora en todo el país", ha lamentado Stamm.

"Pese a que hacemos todo lo posible para garantizar que el resto de las familias reciben semillas y herramientas a tiempo para la temporada de cultivo en mayo, la seguridad de nuestro personal es fundamental y no está claro cuándo podremos volver", ha subrayado.

El CICR ha destacado que las condiciones de seguridad de los trabajadores humanitarios han empeorado en las últimas semanas en el estado de Unidad, por lo que Stamm ha recordado a las partes que "cualquier ataque contra trabajadores humanitarios es inaceptable y una violación del Derecho Humanitario".

"Los trabajadores humanitarios no son un objetivo y los ataques como éstos sólo incrementan el sufrimiento del pueblo de Sudán del Sur", ha remachado en su comunicado.

Sudán del Sur vive inmerso en una guerra civil desde finales de 2013, cuando comenzaron los enfrentamientos entre las tropas leales al presidente, Salva Kiir, y las fuerzas vinculadas al exvicepresidente y líder rebelde Riek Machar.

En el marco del conflicto han surgido otros grupos rebeldes que se han hecho fuertes en diversas partes del país y que mantienen una relación laxa con el mando de Machar, quien se encuentra en Sudáfrica.

Un tercio de los doce millones de habitantes de Sudán del Sur se han visto obligados a abandonar sus hogares, incluidos más de dos millones que han buscado refugio en los países vecinos.

Naciones Unidas ha alertado en varias ocasiones de la posibilidad de un genocidio en el país, debido al cariz étnico que parece estar tomando el conflicto.