En Baltimore también hemos visto la tremenda regañina de una madre a su hijo, que estaba entre los manifestantes que han generado los disturbios en la ciudad tras el entierro de Freddie Gray. A tortas y a gritos le ha recriminado su actuación y le ha exigido que se quitase la capucha y se descubriese la cabeza… pero, sobre todo, que se fuese de allí.