Una periodista de CNN se ha adentrado en la guerra en Siria oculta bajo un niqab. En la ciudad de Ariha, controlada por los rebeldes, revelan el horror de los bombardeos a zonas llenas de civiles, los muertos, el sufrimiento de los civiles que tratan de sobrevivir a una cotidianidad que dominan las bombas y la metralla. De esta vida, en la que ya han muerto más de 250.000 personas en cinco años, tratan de huir los refugiados de los que Europa quiere deshacerse.