Amnistía Internacional pide a Irán que investigue el uso de fuego real contra manifestantes desarmados

"El Gobierno iraní debe iniciar sin demora una investigación efectiva sobre homicidios y uso de fuerza excesiva o innecesaria y debe llevar a todos los responsables de violaciones de los Derechos Humanos ante la Justicia", ha dicho Philip Luther, director de Investigación y Trabajo de Incidencia de AI para Oriente Próximo y el Norte de África.

La ONG se ha hecho eco de las "inquietantes" denuncias que indican que los agentes iraníes "han utilizado armas de fuego contra manifestantes desarmados", lo cual "supondría una violación de las obligaciones de Derechos Humanos contraídas por Irán en virtud del Derecho Internacional".

"Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley tienen derecho a defenderse", pero también "tienen el deber de proteger a la población", ha recordado Luther.

Amnistía Internacional también ha recordado a las autoridades iraníes que tienen obligación de investigar los posibles casos de tortura. Más de mil personas han sido detenidas esta semana y recluidas en "cárceles tristemente famosas por tortura y otros malos tratos" sin que sus familiares o abogados hayan podido visitarles, ha indicado.

Más de 20 personas han muerto desde el pasado 28 de diciembre, cuando comenzaron las revueltas. En un principio, los iraníes protestaban por las malas condiciones económicas en el país, pero ya han empezado a entonar cánticos políticos. "Muerte al dictador", se ha escuchado en alusión al líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei.

El miércoles, en respuesta, tuvieron lugar las primeras manifestaciones a favor del Gobierno. La televisión estatal emitió imágenes en directo de marchas en Kermanshah, Ilam y Gorgan. "La sangre en nuestras venas es un regalo para nuestro líder" y "No dejaremos solo a nuestro líder", corearon los manifestantes.

La Guardia Revolucionaria, que acusó a elementos "antirrevolucionarios" de alimentar las protestas, ha dado por concluida la "nueva sedición", como se ha referido a las mayores manifestaciones que ha sufrido Irán desde la reelección de Mahmud Ahmadineyad, en 2009.