ACNUR, preocupado por que la nueva orden migratoria de Trump "agrave el sufrimiento" de los refugiados sirios

El texto, una versión revisada del decreto del 27 de enero que prohibía la entrada de ciudadanos de siete países musulmanes y que fue suspendida por los tribunales estadounidenses por no respetar las garantías legales, prevé entre otras medidas la prohibición de entrada para refugiados de Siria durante 120 días, medida que en la anterior versión era indefinida.

En este sentido, el alto comisionado, Filippo Grandi, ha asegurado que "el imperativo sigue siendo ofrecer protección a la gente que huye de la violencia". "Estamos preocupados por que esta decisión, a pesar de que sea temporal, pueda agravar el sufrimiento de aquellos a los que afecta", ha añadido, en un comunicado.

"ACNUR ha sido aliado de Estados Unidos a la hora de buscar soluciones a los problemas de los refugiados, y esperamos que esa colaboración continúe", ha señalado.

Asimismo, la agencia ha reiterado estar preparada para "comprometerse de forma constructiva" con el Gobierno de Trump para garantizar que todos los programas de refugiados cumplana con los más altos estándares de seguridad.

Grandi ha insistido en el papel que Washington ha jugado en la promoción de la estabilidad global, al tiempo que ha sido ejemplo de los más altos ideales humanitarios: "desde el apoyo a las emergencias de refugiados en el exterior a la acogida de las familias más vulnerables en el país para poder reconstruir sus vidas con seguridad, libertad y dignidad".

"Estos deben ser los estándares en la protección de los refugiados y un modelo para todos los países", ha añadido.

En la versión inicial de la orden migratoria, Trump pretendía prohibir de forma indefinida la llegada de refugiados procedentes de Siria. Esta medida prevé, además, la prohibición durante 90 días la entrada de ciudadanos procedentes de seis países de mayoría musulmana --Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen--, tras haber descartado a Irak de esta lista.