El instituto de Pozuelo no modifica su normativa y la niña no podrá acudir con velo a clase

El Consejo Escolar del Instituto Camilo José Cela, en Pozuelo de Alarcón, ha decidido con 15 votos a favor y dos en contra mantener su reglamento de régimen interno sin cambios y, por lo tanto, continúa la prohibición del uso de cualquier elemento que cubra a los alumnos la cabeza, incluido el 'hiyab' islámico.

"La Dirección del Centro comunica que el Consejo Escolar del IES ha decidido mantener el reglamento de régimen interior sin modificar", reza un comunicado escrito por el propio director del IES, Eduardo de Bergia. Este centro expulsó de clase la semana pasada a Najwa, una alumna española de origen musulmán, por acudir a clase con el velo.

La familia decidirá ahora

Ahora, el director del IES tendrá que hablar con la familia de la estudiante para ver qué es lo que finalmente decide, si renunciar a llevar el velo o cambiarse de instituto. La joven no ha acudido a clase este martes por encontrarse, según sus padres, en una "profunda depresión",

En este caso, la dirección del Camilo José Cela tendrá que elevar un expediente de traslado a la Consejería de Educación madrileña que le buscará plaza con la "mayor rapidez" en otro centro cercano al actual que sí permita a su alumnado ir con la cabeza cubierta. Desde este departamento añaden que hay plazas en otros centros para que tenga lugar dicho cambio.

Aguirre, contra la cabeza cubierta

Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre ha manifestado que su Gobierno respeta "la autonomía de los centros, si bien, tenemos nuestra opinión que es que no se deje llevar la cabeza cubierta dentro de los centros educativos. Es una opinión. Creemos en la libertad y la autonomía de los centros para decidir lo que le parezca bien al claustro, a los padres y a quienes allí están representados", ha asegurado.

En opinión del ministro de Educación, Ángel Gabilondo, esta prenda no atenta contra los derechos fundamentales de nadie y además hay que respetar el derecho de la alumna a expresar sus creencias religiosas y a la propia imagen.

Las de la presidenta de la Comunidad de Madrid y del ministro de Educación no han sido las únicas manifestaciones tras conocerse la noticia. De hecho, las reacciones políticas se multiplican ante la decisión del instituto público Camilo José Cela de Pozuelo de Alarcón de prohibir a una niña musulmana entrar en el centro con el velo puesto. En cualquier caso, si el centro decide mantener esta prohibición y la menor insiste en asistir a clase con la cabeza cubierta, la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid le buscará de forma inmediata plaza en un centro en el que no exista dicha norma.

El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, ha dicho que espera que se resuelvan con "tolerancia y sensatez" los problemas que puedan darse en España en relación con el uso por parte de las mujeres musulmanas del velo.

Por otra parte, el consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, ha afirmado en alusión a la polémica que el Derecho a la Libertad Religiosa no ampara que se acuda con cualquier aspecto a clase. "Cada centro tiene su reglamento decidido de forma democrática y en ese centro el reglamento no permite llevar tocado islámico ni no islámico", ha aseverado el consejero.

El secretario general del Partido Socialista de Madrid, Tomás Gómez, ha reclamado la apertura del debate sobre el laicismo en España con el objetivo de prohibir cualquier símbolo religioso o ideológico en la escuela, pero siempre bajo el predominio del derecho a la escolarización.

Las organizaciones Mujeres Progresistas, Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas y Asociación de Mujeres Juristas Themis han cuestionado la "supuesta libertad de elección" respecto al velo islámico de la alumna retirada de clase.

Nuevas reacciones no se harán esperar después de que, tras el incidente, cinco alumnas del mismo instituto del han asistido a clase con la cabeza cubierta con el velo islámico en apoyo a su compañera Naywa.

En declaraciones a los medios a la entrada de las clases, tanto el padre de una de estas menores como las propias niñas reiteraron que la decisión de llevar hiyab la habían tomado "voluntariamente", y por "solidaridad" con su compañera.