El fugado más buscado de Europa se escondía en el fregadero de su madre

¿Qué haría usted si su hijo fuera el más perseguido de Europa por haber violado a la hija de su expareja siendo menor? ¿Le abriría la puerta? ¿Llamaría a la policía al saber que el ministro de Interior de la época ha lanzado un SOS para localizarlo? La madre de Esteban Vacas, a sus 75 años, lo tuvo claro. Era su hijo el que llamaba a la puerta y para ella seguía siendo un ser maravilloso.

Sí, le acogió en casa, esquivó a la policía y fue capaz de esconder a su hijo en las visitas de esta en el fregadero. Así, sin televisión, ni radio y solo con su play estuvo Esteban protegido por su madre durante tres años. Pero todo ha acabado esta semana. No pudo esa mujer de más de 70 años ser su protectora más. La policía, que había pasado otras veces por su casa, sabía ya que el fugado estaba ahí. Esteban, cual niño pequeño traicionado, miró a su madre cuando la policía, después de un tiempo de vigilancia entró en su casa y la dijo: ¿por qué les has dejado entrar mamá?

El testimonio de la madre de Esteban Vacas al diario La Gaceta de Salamanca da cuenta de lo que esta mujer de 75 años ha vivido durante los últimos tiempos. Todo un suplicio que solo puede aguantar el amor de una madre.

A Esteban Vacas le detuvieron en una secuencia digna de una película de Santiago Segura. Estaba con la videoconsola en medio de una partida, le pilló totalmente desprevenido la visita. Las imágenes que la propia Policía ha colgado en las redes lo dicen todo. Más tarde, ya con las esposas en las muñecas, confesaría a los agentes que dos años atrás, mientras ellos conversaban con la madre y entraban en la cocina, él se encontraba a escasos centímetros, agazapado bajo el fregadero. La madre se comportó entonces como una gran actriz. Su hijo estaba escondido en el fregadero.

La mujer ha explicado que un día su hijo llegó y que ella, como madre que era, le abrió la puerta. "Un día vino por la tarde y dijo 'vengo a quedarme'... Pues quédate, hijo", ha afirmado en El programa de Ana Rosa. Asimismo, ha confirmado que el hombre no ha abandonado el domicilio en los tres años que ha pasado ahí. Para entretenerse, se pasaba las tardes fumando y viendo la televisión.

Por último, la mujer ha asegurado que lo volvería a hacer, aunque por ello fuera a la cárcel. "Me comprometo ahora mismo hasta aquí arriba por mi hijo. Aunque lo lleven ahora mismo a la cárcel. Y sí, si lo vuelven a traer, lo vuelo a tener porque es mi hijo y ante él no se pone nadie. Y si me tengo que ir a la cárcel me voy 20 años, 40 años... Usted pregúntele a cualquier madre", ha afirmado.