PP y PSOE avivan la esperanza del 'no' a unas terceras elecciones

Si empezamos a encajar todas las piezas del puzle a lo mejor vemos un poco de luz al final del camino. En su acto en Málaga, el presidente en funciones, Mariano Rajoy, se dirigía directamente al punto donde se encontraban los periodistas para manifestar: "Creo que lo mejor sería un Gobierno que diese estabilidad, seguridad y certidumbre y plantee una coalición. Si no es posible eso, nosotros estamos dispuestos a considerar cualquier posibilidad, porque la prioridad es formar Gobierno". Así, se mostró dispuesto a todo, sin exigencias al PSOE: "No voy a pedirle ninguna condición", aseguró. Más allá, si a esto le sumamos las declaraciones de Susana Díaz, afirmando "mi obligación como presidenta de Andalucía es arrimar el hombro", pero manteniendo una postura firme en caso de abstención: "Yo sí tengo clarísimo que nunca voy a permitir entregar a precio de saldo mi organización a ninguna otra organización y que se lleve por delante la historia de un partido centenario". De este modo, si añadimos que Rajoy piensa que "hacer nuevas elecciones es un disparate", algo que nadie dice querer, puede estar abriéndose una rendija que acabe en un gobierno en minoría del PP, con las leyes negociándose una a una en el parlamento.