La extradición de Puigdemont, en manos de Llarena, que se resiste a que sea solo por malversación

Después de que la justicia alemana haya aceptado la extradición del expresidente de la Generalitat, Carles Pugidemont, solo por un delito de malversación, la decisión de aceptarla o rechazarla está en manos del juez que instruye la causa del procés, Pablo Llarena, quien se inclina por lo último. El magistrado no quiere juzgar al expresidente del Govern solo por ese delito, así que lo más probable es que se dirija al Tribunal Europeo de Justicia para que se pronuncie sobre si los jueces alemanes están haciendo un uso correcto de lo que supone una euroorden, algo que también se preguntan aquí los constitucionalistas. “Habrá que reflexionar en un futuro si lo que hacemos con la euroorden es beneficiar a los que huyen y perjudicar a los que se quedan”, ha dicho el líder de Ciudadanos, Albert Rivera.

El asunto entra también de lleno en la campaña del Partido Popular. Es la segunda vez que la justicia alemana da este revés. Lo hizo cuando gobernaba el PP, y la exvicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, pone el acento en ello: “Lo que es muy importante es que ningún Gobierno en el ámbito de la Unión Europea ni fuera de ella ha reconocido la independencia que pedía Puigdemont”, recalca.

Por su parte, su rival por convertirse en el sucesor de Mariano Rajoy, Pablo Casado, afirma: “Si yo presido el PP no se va a tolerar este tipo de humillaciones a la soberanía nacional”, ha dicho.