Cuenta atrás para los exconsejeros encarcelados

A la espera de la notificación del juez Pablo Llarena, los ocho exconsejeros y los líderes de ANC y Òmnium cuentan las horas desde la cárcel, desde que el viernes prestaran declaración en el Tribunal Supremo. La comparecencia fue voluntaria y por petición de los investigados, un cambio de estrategia después de que LLarena pusiera en libertad a Forcadell tras acatar el artículo 155. Los investigados se acogieron a la llamada "Vía Forcadell" para seguir los pasos de la presidenta del Parlament pero cada uno lo hizo a su manera. Mientras que Junqueras y Romeva se negaron a contestar a las preguntas de la Fiscalía, el resto sí lo hizo. Unas declaraciones que, ni convencieron al fiscal ni tampoco a la acusación particular, que mantienen su petición de prisión preventiva porque consideran que los delitos de los que se les acusa -rebelión, sedición y malversación- son lo suficientemente graves como para que exista riesgo de fuga, de reincidencia o destrucción de pruebas. Distintas estrategias y distintas responsabilidades, que podrían llevar al magistrado a tomar una decisión diferente para cada investigado. Es el caso de Junqueras, Romeva y los Jordis a los que se les atribuiría un mayor grado de participación en el procés. Se barajan posibles escenarios. Desde prisión incondicional, libertad bajo fianza hasta libertad provisional. Aunque con medidas cautelares como la retirada del pasaporte o las comparecencias periódicas en los Juzgados.