Se cumplen 40 años de las enmiendas al borrador de la Constitución: la primera, contra la pena de muerte

La abolición de la pena de muerte fue la primera de las enmiendas que recibió la primera versión o anteproyecto de la Constitución de 1978, un texto sobre el que los ponentes trabajaron durante meses y al que ahora hace 40 años los grupos comenzaban a presentar en el Congresos sus propuestas para reformarlo.

Tras la publicación del anteproyecto de la Carta Magna el 5 de enero de 1978, se inició una etapa en la que los debates internos de los partidos y de negociaciones extraparlamentarias tomaron el relevo a los encuentros de la ponencia para poder cerrar las enmiendas al articulado antes del 25 de enero de ese año, cuando concluía el primer plazo fijado.

No obstante, el presidente del Congreso de entonces, Fernando Álvarez de Miranda, decidió ampliarlo una semana más, hasta el 31, a petición de los grupos Mixto y Vasco del PNV, y después de que ningún partido se opusieron a estos días extra para continuar con sus propuestas.

Sin embargo, antes de que se agotara este primer plazo ya se había presentado en el Congreso la primera enmienda al borrador de la Constitución. El autor, el diputado Eugenio Alés, de UCD, quien planteaba incorporar una disposición transitoria que contemplara expresamente la supresión de la pena de muerte, modificando así la redacción del artículo 15 del anteproyecto, referido al derecho a la vida.

SE PRESENTÓ DÍAS DESPUÉS DE QUE EL PLENO LO RECHAZARA

Esta enmienda se registró después de que el Pleno del Congreso rechazase días antes --el 12 de enero-- una proposición de ley del PSOE para abolir la pena de muerte, "un error judicial irreparable", según defendió su ponente constitucional, Gregorio Peces Barba.

En su réplica, el ministro de Justicia explicó que por la naturaleza del tema y su "carga emocional" el Gobierno no era partidario de la pena de muerte, pero esa proposición no era "la mejor fórmula técnica".

Ese artículo 15 llegó a ser objeto de intensos debates en la Comisión Constitucional y el Pleno de la Cámara hasta llegar a la redacción que hoy lo conocemos: "Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes. Queda abolida la pena de muerte, salvo lo que puedan disponer las leyes penales militares para tiempos de guerra".

Con la Constitución en vigor, se aprobaron en 1980 la Ley Orgánica de modificación del Código de Justicia Militar, que delimita la aplicación de la pena de muerte y sus consecuencias, y la Ley Orgánica de reforma del Código Penal, que suprime la pena capital.

EL TÍTULO II Y IV, LOS MÁS ENMENDADOS

A fecha de 31 de enero de 1978, cerrado el plazo de presentación de enmiendas, los grupos parlamentarios y los diputados habían registrado un total de 779 escritos que incluían un total de 3.000 enmiendas, pero éstas no se publicaron en el Boletín Oficial de las Cortes Generales, sino en un documento separado de 435 páginas, con 53 de índice, en el que quedaban consignadas todas las enmiendas ordenadas por títulos.

Los más enmendados fueron el Título II, en el que se reconocían los derechos y deberes fundamentales, el IV, que en el anteproyecto de la Constitución regulaba las Cortes Generales, y el VIII, de los territorios autónomos.

Este documento fue analizado, junto al anteproyecto, en la segunda etapa de reuniones de la ponencia, que se prolongó hasta el 17 de abril, fecha de publicación del informe que se debatió, ya en sesiones públicas, en la Comisión de Asuntos Constitucionales y Libertades Públicas.