Esto supone un descenso del apoyo a la independencia de ocho puntos: en octubre de 2017 eran un 48,7% los catalanes que querían un Estado propio, mientras que el 43,6% entonces lo rechazaba --suben diez puntos--.
Este 40,8% de apoyo a la independencia es el registro más bajo de los últimos cuatro años, según los datos que ofrece el CEO en este sondeo.