El alcalde de Sijena cree que el caso de los bienes es "muy claro" y que todas las piezas volverán al Monasterio

Así lo ha indicado en declaraciones a Europa Press después de que esta semana hayan llegado al Monasterio, desde Cataluña, 53 de los 97 bienes de Sijena que Aragón reclama. Por la "claridad" que ha asegurado que presenta el caso, el alcalde ha incidido en que no está preocupado por el incumplimiento de la sentencia.

La sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 1 de Huesca obligaba a Cataluña a devolver los 97 bienes de Sijena como tarde el 25 de julio. Poco antes, el día 20, el Gobierno autonómico debía haber recibido de la Generalitat un escrito con el plan de traslado.

Sin embargo, Cataluña sólo mandó una carta avisando de que iba a enviar 53 de las 97 piezas, que llegaron este martes, 26 de julio, al Monasterio de Sijena.

Ante estos incumplimientos, el Gobierno de Aragón pedirá a la juez que haga cumplir la sentencia. Ildefonso Salillas ha considerado que, aunque Cataluña siga poniendo trabas para devolver los bienes, finalmente retornarán al Monasterio y no le preocupa "lo más mínimo", dado que varios tribunales han dado "la razón" a Aragón.

DEMANDA CIVIL

La Diputación de Lérida, que forma parte del Consorcio del Museu, interpuso el pasado viernes por el Consorcio contra la Orden Sanjuanista a la que pertenecen las monjas del Monasterio de Sijena.

Este nuevo procedimiento judicial se basa en el derecho de retención que contempla el derecho civil catalán y al hecho de que el Consorcio, como poseedor de buena fe de las piezas durante años y depositario necesario, las ha preservado y conservado y, por lo tanto, tendría derecho a retenerlas hasta que le sean devueltas los gastos de mantenimiento, conservación o mejora que se hayan derivado de esta posesión.

El alcalde de Villanueva de Sijena ha opinado que, con esta "estrategia" para retener los bienes en Cataluña, la Diputación está reconociendo que las piezas no son suyas.

Además, ha explicado que los gastos del mantenimiento de los bienes deben ser reclamados al depositante, en este caso el obispo de Lérida, y no a las propietarias, las monjas del Monasterio de Sijena, puesto que ellas aún siendo las dueñas no llevaron las piezas al Museu.