¿Cambiará algo el abrazo entre Iglesias y Errejón?

Se lo han gritado al entrar: “Unidad, unidad”, pero han entrado por separado. Pablo Iglesias corea el lema y llama a enmendar los errores cometidos. Era su primer discurso del día, el de bienvenida. Enseguida le iba a tocar confrontar con Errejón sus modelos de partido. Entre bamabalinas, cada uno a lo suyo. Iglesias defiende su Podemos, el más combativo. Relevo, palmadita en la espalda, y nada más. Le toca a Errejón y a su proyecto transversal. Defiende un partido unido a partir del lunes. Iglesias aplaude la intervención. De nuevo en el escenario, para defender su candidatura a secretario general, Iglesias ha presentado a su lista y se ha dirigido a Errejón y a Urbán para decirles que cuenta con ello. Guiño y mano tendida a la integración. Sonríe y asiente Errejón. Al final, un abrazo tímido, único gesto entre ambos en todo el día. En la sesión de tarde, entre Iglesias y Errejón, tres asientos de distancia y seriedad en las caras, salvo cuando tocaba reafirmar a sus compañeros de equipo. La tarde acababa como empezó, con el mismo grito “pidiendo unidad”. Y con Iglesias y Errejón, cerca, Pero cada uno por su lado.