PP pedirá a Diputación de Zaragoza que habilite fondos extraordinarios para los daños de la crecida del Ebro

La avenida del Ebro y de sus afluentes ha inundado caminos, vías rurales y carreteras provinciales en Zaragoza, "dejando atrás un listado de afecciones más importante, si cabe, que el sufrido en 2015", ha aseverado el PP en una nota de prensa.

Por eso, el grupo provincial del PP en la Diputación de Zaragoza (DPZ) va a instar a esta institución, mediante una propuesta que presentará en el próximo pleno, a que habilite una dotación presupuestaria extraordinaria para hacer frente a las pérdidas.

"La Ribera Alta y la Ribera Baja han sido las principales damnificadas. Aunque el agua no ha llegado a los cascos urbanos en esta ocasión, los daños para las infraestructuras se prevén peores que los de hace tres años", ha advertido el PP.

Ha detallado que Gallur, Pradilla o Cabañas fueron algunas de las primeras poblaciones en luchar para contener las afecciones, que también se trasladaron a las localidades atravesadas por afluentes como el Arba (anegó varios puntos de Erla, Tauste o Sádaba), el Isuela, el Jiloca (a su paso por la comarca de Calatayud), el Manubles y el río Jalón.

Una de las zonas más afectadas ha sido la Ribera Baja, donde se estima que han quedado anegadas más hectáreas que en la última crecida extraordinaria: "municipios como Quinto y Pina han pasado los últimos días pendientes de que las motas resistieran".

"DAÑOS CUANTIOSOS"

"Los daños van a ser muy cuantiosos por la enorme superficie que ha quedado inundada. Los pequeños municipios no tienen la capacidad de volver a la normalidad si no se les destinan ayudas específicas", ha aseverado el portavoz del PP en la DPZ, Francisco Artajona.

Por ello, "primero deberá hacerse una valoración de las pérdidas y luego vemos imprescindible que la Diputación habilite una partida extraordinaria para paliar las consecuencias de la avenida, sin perjuicio de los convenios que se puedan firmar con otras administraciones públicas, como ya se hizo en 2015", ha apuntado.

Tras la riada extraordinaria de hace tres años, el pleno de DPZ aprobó una partida de 5,5 millones de euros que se invirtió en el arreglo de caminos y vías rurales y en la reparación de las carreteras provinciales afectadas por las inundaciones. En ese momento se llevaron a cabo tres líneas de actuación: una de urgencia, otra que se enfocó a problemas puntuales, pero que entrañaban peligrosidad (como la aparición de simas) y otra específica para las carreteras provinciales que necesitaban ser reparadas.