Margallo cree que se impedirá el referéndum, pero pide diálogo porque "los pulsos serán cada vez más frecuentes"

"Lo importante no es sólo que el Gobierno impida el proceso participativo; lo importante es abordar la cuestión catalana en toda su complejidad y profundidad porque, de no hacerlo, los conflictos puntuales serán el pan nuestro de cada día", ha señalado Margallo en un artículo escrito en el diario El Mundo, recogido por Europa Press.

El exministro sostiene que, de no abordarse el problema con Cataluña, "los pulsos serán cada vez más frecuentes como ocurre en cualquier proceso de ruptura familiar": "Un día será una manifestación, otro una sentada, el de más allá la ocupación de un edificio público...", avisa.

Así, Margallo reclama "diálogo" para dar solución al conflicto con Cataluña, pero afirma que "solo puede ser protagonizado por quienes se comprometan a respetar la legalidad": "No tendría sentido hacerlo con quienes una y otra vez han manifestado su voluntad expresa de hacer mangas y capirotes con la Constitución", dice.

"INSTRUMENTOS SUFICIENTES" PARA IMPEDIR EL 1-O

El diputado del PP se muestra "convencido" de que el Ejecutivo impedirá la consulta en Catalaña y apunta que, para ello, "cuenta con instrumentos suficientes". En este contexto, Margallo menciona el artículo 155 de la Constitución española, entre otros, pero insiste en que "eso no basta".

Asimismo, recalca que "lo primero" que tienen que hacer los responsables de la Generalitat de Cataluña "es renunciar a la amenaza de sedición y comprometerse a aceptar los fundamentos" de la Carta Magna.

Además, defiende que una reforma constitucional debe "preceder al hipotético referéndum de autodeterminación, y no al revés" porque así lo declara el Tribunal Constitucional. Asimismo, apunta que la decisión final sobre una modificación de la Carta Magna "correspondería en todo caso a las Cortes Generales y, en última instancia, al pueblo español".

NACIONALISMO CATALÁN, "REALIDAD INDESTRUCTIBLE"

En referencia al nacionalismo catalán, Margallo cree que es "una realidad catalana inconfundible e indestructible" que "nadie" puede discutir y que, a su juicio, "merece ser reconocida". Eso sí, afea a los independentistas su "perpetua vocación de exclusividad" y su negativa a reconocer "la realidad hispánica de Cataluña" que "merece el mismo reconocimiento" y es "compartida por muchos otros españoles".

Frente a considerar "incompatibles" estas dos realidades, el 'popular' ha vuelto a reivindicar la "tercera vía" para "armonizarlas" y que logre "una coordinación de la cual ambas realidades resulten beneficiadas".

"Lo que excluimos de partida es la prolongación indefinida de una situación como la presente, de resquemor y desencuentro, donde voceros y demagogos de todo jaez se encuentran cada vez más cómodos, mientras que una mayoría de españoles la contempla en silencio, con una tristeza infinita", añade.

Con todo, llama a no perder la esperanza y confía en que se retomará "la senda de la razón y del compromiso dentro del respeto absoluto y escrupuloso" de las leyes: "Es dudoso que para esta empresa podamos contar con quienes quieren la independencia a cualquier precio; es seguro que podremos contar con la mayoría de catalanes que quieren seguir siendo catalanes, españoles y europeos", concluye.